Arroz blanco perfecto, base para arroz frito y más

Con esta técnica que comparto hoy, no fallarás en preparar un arroz blanco perfecto, esponjoso, firme, sin apelmazarse, y sobre todo sin necesidad de tener una arrocera, olla de cocción lenta u olla vaporera. Sólo necesitas arroz, agua, una olla cualquiera con tapa y tu estufa.

Este arroz lo puedes consumir al momento si vas a usarlo como por ejemplo, en algún sofrito de res sobre arroz o dejarlo para el día siguiente y preparar arroz frito, o algún otro platillo que requiera arroz simple cocido como ingrediente, ya que por eso no agregamos aceites ni vinagres ni sal, sólo arroz y agua.

Ingredientes

• 100 gr de arroz

• 200 gr de agua

Procedimiento

Enjuaga bien tu arroz con agua para remover lo más posible de almidones e impurezas. Lo que yo hago es echar el arroz a un tazón y ahí vaciar el agua y remover bien, el agua que queda no la tiro, esa la utilizo para lavarme la cara o para regar las plantas (el agua de arroz es muy beneficiosa). Repite este procedimiento hasta que el agua de enjuague salga lo más transparente posible, esto es importante para que tu arroz salga perfecto.

Aquí la cantidad que necesites de agua para la cocción será siempre el doble del peso que utilices de arroz. En este ejemplo que pongo, preparé sólo 100 gr de arroz porque lo iba a utilizar en ese momento, por lo tanto es poco, pero si por ejemplo, piensas preparar unos 250 gr de arroz, necesitarás 500 gr de agua (medio litro).

También puedes usar la técnica del dedo, en la que teniendo el arroz crudo en la olla, introduces el dedo índice y marcas en qué punto de tu dedo llega el arroz, luego esa medida la subes al doble con agua. Yo creo que sirve más cuando la medida de arroz cae por donde se doblan las falanges pero no es muy exacto como que digamos y no siempre vas a preparar la misma cantidad, aunque sirve cuando estás en las prisas y no tienes cómo medir con exactitud. Aclarado el punto, operemos Doctor.

Pon tu arroz y el doble de agua en una olla a cocer a fuego medio hasta que suelte el hervor, pero sin tapa. Una vez que suelte el hervor, remueve bien el arroz con una cuchara, dale unas cuantas vueltas y ahora sí, pon la tapa. Baja el fuego lo más que puedas, repito, lo más bajo posible, y espera por 10 minutos. Es importante que no quites la tapa, o por lo menos no estés destapando y tapando a cada rato para ver si ya está listo, usa una tapa transparente para ello. Una vez pasados los 10 minutos, apaga el fuego y deja reposar por otros 5 minutos, pero no quites la tapa. En este tiempo se terminará de cocer el arroz y evaporar el agua que haya quedado.

Y listo, ya puedes tomar la cuchara y revolver tu arroz para que pueda ser libre como el viento y se vuelva más esponjoso, pero no lo presiones demasiado, se trata de que se libere, no que se deprima. Que lo disfrutes… 😉

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