“The Medium” (2021), vela bajo tu propio riesgo

La promesa de una colaboración entre Banjong Pisanthanakun del famoso filme “Shutter” (2004), dirigiendo un nuevo título de terror producido por Na Hong-Jin de “The Wailing” (2016), era suficiente para hacer que cualquier amante del género estuviese emocionado y con grandes expectativas, y más aún cuando empiezas a leer artículos donde mencionan que en las salas de cine se tenían que dejar las luces prendidas por el miedo que la película provocaba en la gente, algo así como lo que se decía de la película “El Exorcista” donde se contaba que en cada cine debían de poner ambulancias porque no faltaba la persona que se desmayara por la impresión causada. Y ni qué decir del “The Medium es la mejor película del año” que tanto se pregonaba. Pero como habría dicho el buen Groucho Marx, “he tenido una noche absolutamente maravillosa, pero no ha sido ésta”.

Al igual que varias películas de terror recientes sobre exorcismo, la película es una mezcla de “metraje encontrado” y “falso documental”, y su primer acto comienza como un documental cualquiera sobre la cultura local del chamanismo en áreas rurales de Tailandia. Principalmente a través de una chamana local de mediana edad llamada Nim (Sawanee Utoomma), la película nos muestra y nos cuenta un poco de lo que ella y muchos otros locales han creído durante años, y luego vemos cómo se gana la vida dando a otros un poco de ayuda espiritual. Según ella, las mujeres de su familia han sido destinadas a convertirse en chamanes, o “médiums”, para representar a cierta deidad local que es simplemente una de las numerosas entidades sobrenaturales que existen, y escuchamos sobre cómo finalmente se convirtió en chamana en lugar de su hermana mayor Noi (Sirani Yankittikan), quien por cierto escapó al cristianismo después de negarse a cumplir con su “obligación familiar”.

Cuando Nim asiste posteriormente al funeral del esposo de Noi, recientemente enfermo, Noi y ella permanecen alejadas una de la otra, y no interactúan bien entre sí, como lo refleja un breve momento en el que la única hija de Noi, Mink (Narilya Gulmongkolpech), entrega una nota de Noi, pero luego Nim gradualmente comienza a sentir que algo anda mal en Mink. Si bien se ve mayormente bien en la superficie, Mink se ha estado comportando de manera bastante extraña, y Nim más tarde es testigo de un incidente muy extraño e inquietante de Mink durante la noche siguiente.

Como su sobrina sigue comportándose de manera extraña día a día, Nim está convencida de que su sobrina está experimentando algo no muy lejos de lo que ella (Nim) tuvo hace mucho tiempo, por lo que trata de manejar esta situación por sí misma, pero eso no es muy bien recibido por su hermana mayor, quien se niega rotundamente a creer en todas esas cosas del chamanismo y el mundo espiritual de su hermana menor. A medida que las circunstancias de Mink empeoran cada vez más, Noi hace todo lo posible por mantener las cosas bajo control, pero, por supuesto, finalmente comienza a preguntarse si cometió un gran error cuando se negó a cumplir con esa obligación familiar.

Mientras todas estas y otras cosas más suceden alrededor de Nim y su familia, las cámaras de varios miembros del equipo del documental en la película los siguen constantemente, a quienes de alguna manera se les permite tener acceso completo a casi todo sin mucha consideración ética. A medida que Mink atraviesa más de su inexplicable situación, las cámaras de la película se acercan más a Mink sólo para capturar sucesos más perturbadores de ella, y en consecuencia, obtenemos una serie de escenas incómodas (e innecesarias) en las que las cámaras se sienten más como espeluznantes voyeurs poco éticos en lugar de observadores objetivos. En el caso de una determinada escena presentada a través de cámaras de televisión de circuito cerrado, es absolutamente vil y desagradable en su sórdida objetivación del cuerpo femenino, y esto sólo nos recuerda que la película considera a Mink como un mero objeto para ser atormentado y humillado a lo largo de la historia.

La película se vuelve un poco más interesante durante el acto intermedio cuando Nim intenta discernir lo que realmente está sucediendo alrededor de Mink, pero esta parte no va a ninguna parte mientras arroja casualmente un cierto tabú en la historia sin ningún propósito particularmente dramático, y nos confundimos más y nos sentimos más desorientados que antes. ¿Mink está realmente poseída por el fantasma de alguien muy cercano a ella? ¿Están su mente y su cuerpo realmente llenos de más de una entidad espiritual? ¿Y existe realmente la conexión entre su situación actual y esa oscura historia de la familia de su padre?

Si Tony Jaa hubiese aparecido para sacarle lo poseído a patadas, habria sido más interesante.

Al entrar en su último acto, la película se prepara para un modo de exorcismo “a toda máquina” junto a Nim y varios otros personajes principales, incluido uno de sus compañeros chamanes. Si bien seguramente tenemos varios momentos desconcertantes de posesión demoníaca, incluido el relacionado con un perrito muy desafortunado (por favor, prepárate si eres un amante de los animales), nos sirven muchos típicos movimientos temblorosos de cámara mientras esos miembros del equipo documental. en la película siguen filmando cosas como antes, metiéndose hasta la cocina.

Pero bueno, ¿todas estas y otras cosas en la película realmente aportan lo suficiente para que podamos soportarlas todas? Para ser sincera, no… Su narrativa superficial y caracterización tan delgada como la chica poseída, fueron la razón principal por la que no me importaba lo que estuviera pasando en la pantalla y de hecho hasta hubo un momento en que literalmente me quedé dormida, que debió haber sido durante la primera hora donde nos dan toda una cátedra del misticismo Tailandés. Los miembros principales del reparto lo intentaron tanto como les fue posible, y hay algunos aspectos competentes en la película, incluida su cinematografía efectivamente cambiante, pero seguí observando la película desde la distancia sin mucho cuidado o atención durante mi visualización, además de no estar tan asustada o desafiada en lo absoluto.

En conclusión, “The Medium” es un mal ejercicio del género que sólo intenta distinguirse a través de numerosos momentos desagradables y repulsivos. No faltará el “experto” que diga “es que no es para estómagos débiles” o “es que no es una película que todos entiendan”. Lo siento, pero es una película que no logra mantener el interés ni crear una atmósfera que pueda hacer que el espectador quede inmerso en la trama y sienta la desesperación y el agobio que provocó esta situación en los personajes, sino que más bien fue una mezcla malograda entre “The Blair Witch Project”, “Paranormal Activity”, “REC” y “The Wailing”, con un harto pero harto desperdicio de huevos. Mucha sangre y pocas nueces en más de dos horas de mi vida que jamás volverán Si la deseas ver, anda pues, bajo tu propio riesgo…

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